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jueves, 16 de julio de 2009

Amigo invisible


A la señorita –caradelunallena admiradoradeSusanaGimenez- maestra de 4to C, se le ocurre que sus alumnos jueguen al amigo invisible. Contenta forra una caja inmensa y la pone entusiasmada en un rincón fuera del aula. En esa caja, dice, vamos a encontrar los regalos del amigo invisible. A cada uno en secreto le toca el nombre de un compañerito a quien regalar. El juego dura una semana.

La niña que piensa que tiene suerte porque cuando nació le pusieron un nombre capicúa, espera ansiosa el regalo al día siguiente. Antes de entrar al aula mira de reojo si hay alguno para ella. Pero nada. Los días pasan y la sucesión de nadas es infinita. La pobre infeliz empieza a pensar que su amigo invisible seguro no es su amigo y además no la quiere. Todos los compañeritos reciben regalos menos ella. Llega el último día y de sopetón descubre que el regalo más grande de la caja tiene su nombre. Rápidos los chicos la rodean. Todos quieren saber qué cosa es ese regalo inmenso. Empieza a romper el papel y debajo hay otro, y después otro. Es el juego del paquete –piensa-. Y los chicos se codean con malicia. Y todos se empiezan a reir .Y el piso se llena de bollos papelosos desechados. Y parece que el chiste no se termina más. Y las manitos torpes se empiezan a nerviosar. Y de pronto, finalmente, el aula estalla en una carcajada general. Es un papel higiénico rugoso y gris.

El calor le quema las mejillas y no sabe por qué pero está llena de vergüenza. Su cabecita trabaja, busca pero no encuentra. No sabe. Ella no sabe qué hacer. Ahí, diminuta, parada con el papel higiénico en la mano. La maestra la rescata y dice que se lo queda para el aula. Ésto es útil para cuando me pidan ir al baño, lo guardamos en el armario y fin del asunto.

Llega a su casa y le cuanta todo a su mamá. Ésta le dice que el papel higiénico es suyo, que mañana vaya y se lo traiga. La niña siempre fue muy obediente, y al día siguiente con toda la vergüenza del mundo se lo pide a su maestra.

Después se entera que su amigo invisible era el chico que –por intermedio de su hermana- le había preguntado si quería ser su novia.













sábado, 11 de julio de 2009

Preguntas





Éste era uno de mis libros preferidos cuando era niña. Bellísimas ilustraciones y respuestas simples a dudas infantiles.

Nunca fui demasiado existencialista. No creo (por suerte, así vivo más tranquila) haberme cuestionado esas GRANDES y profundas PREGUNTAS de la vida.
Sin embargo, cómo me hubiera gustado encontrar un libro con algunas de estas respuestas:
Cómo hago para que se enamore de mí. Por qué pienso siempre cosas horribles antes de irme a dormir. Cómo se hace para tener tobillos. Dónde dejé el control remoto. Cómo reconocer que la otra persona tiene razón. Por qué somos tan destructivos. Por qué el agua es tan rica.
Sé que muchas de estas preguntas no tienen respuestas, y de algunas quizá sean muy obvias.Pero no lo puedo evitar.


Preguntas fáciles a respuestas difíciles. Dibujos Susan Perl. Textos Susanne Kirtland. 1976. Editorial Atlántida.