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lunes, 2 de abril de 2012

Día Internacional del Libro Infantil

Tengo la suerte de conservar libros de cuando era niña. Libros que tienen más de veinte años.
 Algunos, se perdieron, otros se regalaron, otros siguen guardados en la habitación de mi niñez y otros comparten estante en mi biblioteca actual con los nuevos.
Son los amigos más viejos que tengo. Me acompañaron en siestas obligadas, en vacaciones, en aventuras y aprendizajes. Me enseñaron a soñar y descubrir otros mundos.
¡Feliz Día!





domingo, 18 de marzo de 2012

Verano

Cuando las vacaciones consistían en no ir al colegio. Y te dejaban jugar en la vereda hasta que anochecía.
Te metías en pelopinchos, piletas que no hacías pie, mar y ríos y nadabas sin saber. Jugabas con niños que no conocías. Nunca te quejabas de la arena y la sal en el pelo. Ni de las picaduras de los mosquitos porque te gustaba sacarte las cascaritas. Odiabas la hora de la siesta y solamente la soportabas si te despatarrabas con un libro. La merienda era una frescura de jugos de colores o "vascolé" como le decía tu mamá. Masticabas el hielo con placer. Y esperabas el carnaval para armar guerras de bombucha con todo el barrio. Era la única estación del año que te dejaban andar descalzo.
Como todo era nuevo y una aventura no tenías la necesidad que tenés hoy de "irte de vacaciones".
Y la felicidad se alcanzaba con un helado de palito.







martes, 24 de enero de 2012

El que era mi barrio

No hay vereda del sol. Porque son ambas.
La sombra la hacen los árboles.
Y de noche es muy fácil ver Las Tres Marías y la Cruz del Sur.
Cada tanto entra un grillo a la casa y se deja.
Y se abren todas las puertas en verano para amigarse con el viento.
Los jardines tienen flores que no se roban.
Se duerme la siesta.
Y en el arroyo croan las ranas. Muchas. Como castañuelas desparejas.