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jueves, 12 de noviembre de 2009

Hacela giratoria



Estás leyendo un libro que te hace acordar cuando te encantaba jugar en la puerta giratoria del banco. La emoción que sentías al entrar y emborracharte a giros -dar vueltas como la Pantera Rosa atrapada en el lavarropas, pensabas-. Un error de cálculo al salir podía cortarte por la mitad. Mentira. Pero vos pensabas eso.
Entrar y salir. Esperar el tiempo justo: para entrar, correr en giros y volver a salir. Se complicaba si
atrás venía tu hermana y empujaba más fuerte. Pero ésa era la gracia. Como cuando jugabas a saltar a la soga de a muchos y esperabas la pausa. Atenta al sonido rítmico del golpe contra el piso. Dependía de vos y de la velocidad de los otros.
¨No jueguen en la puerta giratoria¨ te retaban. En ese entonces no existía el Pago Fácil, y la espera en el banco se hacía interminable. Para los chicos, que tienen la energía del hamster, esa puerta era su rueda salvadora.
Ahora pensás cuál es el sentido de hacer giratoria una puerta si no se puede jugar con ella. Entonces, buscás en Google imágenes de puertas giratorias y no encontrás.

9 comentarios:

Seba dijo...

Me encantó eso que los chicos tienen la energia de un hamster.
La adrenalina que se sentía con las puertas giratorias era tremenda. Todavía cuando tengo que pasar por una (aunque ya casi no hay) me da cosita.
Muy lindo todo lo que escribe, Ojos de Suri!

DINA LAFONT dijo...

La puerta giratoria debería ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad! (creo que ya no hay más, o quedan pocas en los edificios antiguos)Ahora las oficinas bancarias se parecen a cualquier negocio, listo para desmantelarse y abrir en otro lado.
Quedan los hoteles, nunca jugamos por ahí de chicas, vamos?

Mami dijo...

En la Municipalidad de Bahía Blanca
todavía hay puertas giratorias.
Te quiero mucho.

ojos de suri dijo...

Seba, graciassssssssssssssssss!!!!
Me encanta recibir su comentarito!

Dina, es verdad, casi no hay. Por suerte en los hoteles quedan. El otro día entré a uno solo para girar un rato.

Mami, y en el correo también!
(De Bahía Blanca)Besotes!

Lucas.- dijo...

que lindo eso... cerca de mi casa había un banco ciudad... la puerta giratoria y el aire acondicionado a todo trapo era motivo de magia y misterio para mi melancolica infancia.

ojos de suri dijo...

Ah! Lucas, gracias por compartir ese lindo recuerdo! Saludos!!!

Gabriela Crea dijo...

Todos los meses desde los 7 años y por 20 más ibamos con mi mamá y mis hermanos al banco hipotecario a pagar la cuota de la casa, era un paseo increíble desde San Martín en colectivo hasta el subte al centro. Es un gran recuerdo, con gran puerta giratoria, vueltas y vueltas en una calesita que no pagabamos y donde la gente pasaba pero sólo los chicos y nuestras madres que nos dejaban jugar nos dabamos cuenta que algo divertido había en ese lugar.

Unknown dijo...

anita! hay un montón de puertas giratorias en google! y hasta wikipedia te explica para qué sirven ;)
te quiero

Lucía Aguirre Ciocca dijo...

¡Que lindo recuerdo las puertas giratorias! A mí me traen memorias hermosas de "días de paseo con abuela", que me hacía repetir los nombres de las calles del centro (y gracias a eso aún las sé).
Gracias por tu comentario en Julianas Editoras.
Un beso, Lucía